Moda sostenible, lectura para derribar fronteras y la danza como manifestación del pensamiento, fueron algunas de las conclusiones de la jornada del martes en el FIC Territorio Sublime

El FIC Territorio Sublime le apuesta a través de la línea de artes pláticas a las tendencias sostenibles y sustentables, por eso el Palacio de Servicios Culturales de Boyacá fue el escenario para la exposición individual de la Artista Ruda, ganadora de uno de los premios internacionales de cultura. Por medio de las artes plásticas desde lo textil con técnicas de serigrafía, bordado y vinilos, compartió diferentes estampados en chaquetas de Jean que hacían alusión a las provincias de Boyacá. Cada diseño elaborado por la artista era una semblanza del territorio boyacense con imágenes de los patrimonios históricos, la flora y la fauna.
Historias como la del Pantano de Vargas, el Puente de Boyacá, y la representación de páramos, frailejones, imágenes del campesinado y aves dieron una nueva vida a prendas de vestir que se pueden reutilizar a través de esta resignificación visual. Esta actividad dejó un mensaje importante de cuidado al medio ambiente, con la idea de reutilizar prendas y transformarlas con el arte, lo que ahora se ha denominado “moda sostenible”.
Desde la café librería Umbral de Tunja, Pablo Malpica, promotor de lectura y gestor cultural de la ciudad, fue el encargado de darle un toque literario a la noche con el taller y conversatorio para fomentar la lectura y escritura entre los asistentes. Los asistentes concluyeron que leer va más allá de la obligatoriedad de la escuela, esta actividad no puede ser concebida como una actividad aburrida sino como un arte que permite ampliar las fronteras de la imaginación y romper las barreras culturales o ideologías que se mantienen en el mundo moderno. El taller realizado a las 7 de la noche fue la primera sesión de la franja de literatura del FIC 50 años, que está abierta al público en diferentes escenarios.
El turno de hoy para la danza fue para la Corporación Corcuma de Tame Arauca, la compañía de Danzas Cantaclaro de Venezuela y la corporación Folclórica Trietnia de Ciénaga Magdalena quienes se presentaron en el auditorio Boyaquirá. La mezcla de las culturas del llano colombiano y la cultura venezolana, junto con el folklore de nuestra Costa Caribe, dejaron maravillados a los más de 400 asistentes al auditorio. Los aplausos espontáneos del público dejaron ver el gusto y la satisfacción ante el nivel de este espectáculo.
El auditorio Eduardo Caballero Calderón fue gratamente sorprendido por las herramientas de la narrativa oral. El maestro Alekos ofreció un viaje por la imaginación utilizando la palabra, la música y la imagen, con historias que
lograron robar sonrisas a los asistentes, quienes a la vez disfrutaron la noche con la presentación de Misiá Pilar ganadora de convocatoria FIC 2023, quién con lenguaje característico de nuestros campesinos, hizo estallar en carcajadas a los participantes.
El área de teatro estrenó su franja infantil en el Cinema Boyacá con el Teatro el baúl de la fantasía y su obra de títeres ¿Hasta cuándo Francisca? que cautivó al público más exigente, los niños. El maestro Sergio Murillo destacó el poder
del arte de los títeres al dotar de vida a objetos inanimados y explorar otros universos fantásticos. Mientras que la maestra Magdalena Rodríguez, a quien el maestro Gustavo Mateus le encargó el Teatro de Títeres del ICBA en los primeros años del FIC, volvió a casa para recordar la época en que Tunja tenía una programación permanente, y aprovechó la ocasión para reflexionar sobre la pertinencia de generar estos espacios para que los niños crezcan
acompañados del arte.
Por su parte, los adultos disfrutaron en Tunja de la obra Angelitos Empantanados del Teatro Matacandelas que presentó esta obra adaptada de tres relatos de una narrativa que le interesaba a Andrés Caicedo, historias para
jovencitos. Las tablas del Teatro Sogamoso recibieron al Laboratorio escénico y su obra Sin alma, y en Duitama el Auditorio Culturama recibió a Liberarte con la puesta en escena de Ay sumercé.
En la Iglesia San Ignacio, se presentaron dos artistas destacados del Festival Internacional de la Cultura (FIC). Uno de ellos apasionado artista francés enamorado de Tunja Bruno Allen, músico y profesor, expresó su alegría al
regresar al evento después de 12 años, destacó cómo el FIC cambió su vida al brindarle la oportunidad de encontrar al amor de su vida. Con una guitarra romántica, ofreció un repertorio diverso que fusionó piezas europeas con elementos colombianos como bambucos, porros y guabinas.
Alonzo Gabrielli, presentó una experiencia musical única con su guitarra acústica haciendo fingerstyle. Compartió una curiosidad: el escenario donde actuó fue su primer escenario cuando estudiaba música. Destacó que la música lo eligió a él, y su motivación es el amor a la naturaleza. La presentación en la Iglesia San Ignacio fue un testimonio de la diversidad cultural que trae del FIC en sus 50 años.
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Prensa FIC