ficcboyaca

¿Qué es?

“El FICC no solo honra el legado de una tierra como Boyacá, sino que también pretende convertirse en el gran festival a nivel internacional que reconozca el impacto de la cultura campesina en el escenario global”, Carlos Amaya.

En cada rincón de cada continente, manos trabajadoras preparan la tierra, siembran semillas y aguardan con esperanza la cosecha. El campesino trabaja duro, en medio de su paisaje rural, haciendo que crezca la comida que alimentará y que ha alimentado desde siempre a la vida misma. Al tiempo, han nacido y crecido las historias, canciones y tradiciones que dan forma a la identidad cultural de pueblos alrededor del planeta.

Las melodías que acompañan las jornadas de trabajo y que cuentan el quehacer diario, las danzas que celebran la generosidad de la tierra, el teatro que representa las alegrías y desafíos de la vida rural, y las narraciones que se transmiten de boca en boca y de siglo en siglo son expresiones vivas de una herencia compartida y que es el hilo conductor que une en buena medida a la humanidad.

Por eso, el Festival Internacional de la Cultura Campesina (FICC) es una invitación a reconocer que el campo es el lugar donde todo nace. Es el origen no solo de los alimentos que nos sustentan, sino también de las culturas que enriquecen nuestra existencia.

Y eso es lo que pretende el FICC al reunir manifestaciones artísticas de diferentes rincones del mundo, destacando la importancia universal de la cultura campesina.

A través de esta celebración, queremos honrar a quienes, con su labor silenciosa y su conexión con la tierra, han nutrido no solo nuestros cuerpos, sino también nuestras almas con su legado cultural.

El FICC es una oportunidad para redescubrir nuestras raíces comunes y valorar la diversidad que surge de ellas, reconociendo que en el campo se siembran las semillas de nuestra futuro compartido.

Cuatro momentos claves:

La siembra es el momento en que las manos del campesino se unen con la tierra para darle inicio a la promesa de la vida.

Es símbolo de origen y creación. Es esperanza y fe en el futuro, donde cada semilla es un sueño esperando florecer.

En el campo, donde todo nace, la siembra representa la conexión profunda entre el ser humano y la naturaleza, una unión que ha sustentado culturas y sociedades a lo largo de toda la humanidad.

Las artes y los oficios son el latir de una cultura vibrante; la expresión más pura de la creatividad que florece en el campo, donde todo nace.

Cada obra cuenta historias ancestrales que reflejan la herencia e identidad de todo un pueblo.

En cada tejido, talla y pieza de cerámica están inscritas nuestras raíces, que son el puente entre el pasado y el futuro. Un legado que nos aseguraremos siga vigente.

La cosecha es el momento en que la tierra devuelve con generosidad el fruto del esfuerzo y dedicación del campesinado.

Simboliza abundancia, esperanza y la satisfacción del trabajo bien hecho.

Nos recuerda que, en el campo, donde todo nace, se siembran los sueños de cada campesino y se cosecha el futuro que alimenta al mundo.

Luego de que los campos han entregado su abundancia, el espíritu de fiesta se toma a la comunidad campesina.

Es el momento en que el trabajo duro y el esfuerzo compartido se convierten en alegría colectiva y las familias se reúnen para agradecer a la tierra por su generosidad.

Esta celebración fortalece los lazos de amistad y honra el ciclo de la vida, que comienza siempre en el campo.

Ir al contenido